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El Goodison Park, un estadio cargado de historia y recuerdos, vivió su último Dérbi del Merseyside entre Everton y Liverpool en un partido que pasó directamente a los libros de historia.
La tarde del miércoles 12 de febrero de 2025, ambos equipos ofrecieron un espectáculo inolvidable que culminó en un empate 2-2, cargado de tensión, goles de último minuto y drama dentro y fuera del campo.
Este encuentro, correspondiente a la jornada 15 de la Premier League, no fue sólo un partido de fútbol, sino un emotivo adiós al hogar del Everton por 133 años.
La despedida de Goodison Park:
Desde 1892, Goodison Park ha sido más que un estadio: ha sido un santuario para los aficionados del Everton.
Sin embargo, esta temporada marca el final de una era, ya que el estadio será demolido al término de la campaña 2024/25. Los Toffees se mudarán a un nuevo recinto en Bramley-Moore Dock, junto al río Mersey, con capacidad para 53,000 espectadores.
Con esta mudanza inminente, el último Dérbi del Merseyside en Goodison Park tenía un significado especial.
Era una ocasión única para celebrar la historia del estadio, a pesar de que la rivalidad entre Everton y Liverpool no dejó espacio para sentimentalismos en el campo.
Un partido cargado de emoción:
El encuentro comenzó con intensidad desde el pitido inicial. A pesar de las diferencias en la tabla —con el Liverpool liderando la Premier League y el Everton luchando por alejarse de la zona de descenso—, ambos equipos jugaron con la pasión que caracteriza a este clásico.
El primer gol llegó por parte del Everton, con un tanto del delantero portugués Beto en la primera mitad. Sin embargo, la alegría local duró poco, ya que Alexis Mac Allister igualó el marcador para los Reds antes del descanso.
En la segunda mitad, el Liverpool tomó la delantera gracias a un gol del egipcio Mohamed Salah, su máximo goleador, a los 28 minutos.
Con el 2-1 a favor del equipo dirigido por Arne Slot, los aficionados de los Reds comenzaron a soñar con una victoria crucial que aumentaría su ventaja en la cima de la tabla.
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Pero el Everton no se rindió. En un último intento desesperado por empatar, James Tarkowski marcó un golazo en el minuto 90+7. El zaguero conectó un disparo potente desde fuera del área que terminó en el ángulo de la portería de Alisson.
La explosión de emoción fue tal que algunos aficionados invadieron el campo en medio de una larga revisión del VAR que confirmó la validez del gol.
Controversia y tensión tras el empate:
El gol de Tarkowski desató una serie de eventos caóticos. Jugadores de ambos equipos se enfrascaron en una pelea que resultó en las expulsiones de Abdoulaye Doucouré del Everton y Curtis Jones del Liverpool.
Además, el técnico de los Reds, Arne Slot, también fue expulsado tras protestar vehementemente contra el árbitro Michael Oliver por los minutos de descuento.
Estas “cenas lamentables”, como fueron descritas por algunos medios británicos, reflejan la pasión y la rivalidad que caracterizan este dérbi.
Aunque las sanciones afectaron a ambos equipos, fue el Everton quien se llevó el consuelo de haber evitado una derrota en su último clásico en Goodison Park.
Situación en la tabla:
Con este empate, el Liverpool mantiene el liderato de la Premier League con 57 puntos, aunque su ventaja sobre el Arsenal se redujo a siete puntos.
A pesar de que quedan 14 jornadas por disputar, cada punto es crucial en la lucha por el título, especialmente recordando lo sucedido en la temporada 2018/19, cuando el Liverpool perdió la liga por un solo punto ante el Manchester City.
Por otro lado, el Everton continúa alejándose de la zona de descenso. Ahora ocupa la 15ª posición con 27 puntos, diez más que el Leicester City, que se encuentra en el 18º lugar.
Una despedida digna de Goodison Park:
El empate también tuvo un valor simbólico para los aficionados del Everton. Aunque no se trató de una victoria, el gol de último minuto aseguró que el último Dérbi del Merseyside en Goodison Park fuera recordado como un capítulo épico en la historia del estadio.
Antes del partido, incluso el Liverpool mostró respeto hacia su rival publicando un video de homenaje al Goodison Park en sus redes sociales. Este gesto subrayó la importancia del estadio en la historia del fútbol inglés y en la narrativa de esta intensa rivalidad.
El futuro de los Toffees:
Mientras los Toffees se preparan para mudarse a su nuevo estadio, queda claro que el legado de Goodison Park perdurará. Durante más de un siglo, este estadio fue testigo de innumerables momentos icónicos, desde victorias legendarias hasta decepciones desgarradoras.
Su despedida, marcada por un emocionante dérbi contra el Liverpool, es un recordatorio del papel central que juega el fútbol en la identidad de Liverpool como ciudad.
En resumen:
El último Dérbi del Merseyside en Goodison Park fue más que un partido; fue una celebración de la historia, la pasión y la rivalidad que hacen del fútbol un deporte incomparable.
Aunque el Everton pronto dejará atrás su hogar de más de un siglo, el recuerdo de este último encuentro vivirá en la memoria de los aficionados por generaciones.
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