El Sí vence en el referéndum de Moldavia sobre su ingreso a la UE, a falta de contar el voto extranjero

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El tomó la delantera en las últimas horas tras que la presidenta de Moldavia, Maia Sandu, denunciara un posible fraude, señalando a grupos pro-rusos.

El “DA”, que significa “SÍ” en rumano, el idioma mayoritario de Moldavia, ha sido el monosílabo clave en este referéndum sobre la reforma constitucional, acercando más a la nación hacia la Unión Europea. Este referéndum ha tenido un fuerte trasfondo geopolítico, en un contexto donde Moldavia busca distanciarse de la influencia rusa y reforzar su integración con Europa.

El domingo, con el 98,29% de los votos contados, había un empate técnico, pero tras escrutarse el 99,41%, el se impuso con un 50,39% de apoyo, sin incluir aún el voto del extranjero. El referéndum y las elecciones presidenciales, que tuvieron lugar el mismo día, marcaron un momento crucial para el futuro del país, que cuenta con 2,5 millones de habitantes y es vecino de Ucrania y Rumanía.

La capital, Chisináu, estaba repleta de carteles pro-EU que decían “Votam DA la Referendum” en colores azul, blanco y amarillo, los tonos de la Unión Europea. En la región autónoma de Gagauzia, donde predomina el ruso, la opinión sobre la UE era mucho más negativa.

La participación fue clave para validar el referéndum. Con más de un millón de votos emitidos a las 18:00, se superó el 42,44% necesario para hacerlo válido. Moldavia tiene 3,3 millones de votantes registrados, por lo que se requería la participación de al menos un tercio de los electores.

Este referéndum no era una votación directa para la adhesión a la UE, sino para reformar la Constitución y evitar futuros referendos sobre los tratados de adhesión. Alexandru Flenchea, experto en paz y reintegración, explica que muchos votaron en contra, no por estar en desacuerdo con la UE, sino por estar en contra de las enmiendas que podrían quitarles la oportunidad de decidir en futuras votaciones.

En cuanto a las elecciones presidenciales, Sandu lidera con el 41,98% de los votos, pero no alcanza la mayoría, por lo que habrá segunda vuelta el 3 de noviembre. Su rival, Alexandr Stoianoglo, obtuvo el 26,31%, y la contienda sigue ajustada.

El camino de Moldavia hacia la UE sigue siendo largo, lleno de reformas necesarias, desde la justicia hasta la economía, afectada por la guerra en Ucrania.