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Es difícil para muchas atletas equilibrar la carrera y la maternidad en los deportes profesionales. La corredora de maratón alemana Fabienne Konigstein es una de las pocas atletas que ha decidido tener un hijo mientras sigue compitiendo. Espera servir de modelo y llamar la atención sobre los desafíos que enfrentan las madres en el ámbito del deporte.
La ciudad de Iten, en Kenya, se encuentra a una altitud de 2.400 metros y a 350 kilómetros al noroeste de Nairobi. Se conoce como la “Casa de los Campeones”, y atrae a los mejores corredores del mundo para prepararse para carreras importantes y eventos como los Juegos Olímpicos.
Fabienne Konigstein, con su esposo Karsten y su hija Skadi, comienza su día en Iten preparándose para su entrenamiento matutino al amanecer. Para prepararse para las próximas competiciones, como la prestigiosa Maratón de Boston, Konigstein, de 31 años, ha estado residiendo en Iten con su familia durante cuatro semanas.
Karsten Konigstein, que ha pasado de ser médico deportivo y pediatra a ayudar a su esposa en sus esfuerzos atléticos, reconoce la importancia de tener a toda la familia unida durante este tiempo. Además de apoyar el programa de entrenamiento y competición de su esposa, valora la oportunidad de pasar tiempo de calidad con su hija.
La rutina de entrenamiento de Konigstein ha cambiado significativamente debido a la decisión de tener un hijo. Anteriormente, solía ir a campos de entrenamiento en altitud sin su familia. Sin embargo, Konigstein encontró difícil seguir su carrera sin el apoyo de su familia después de dar la bienvenida a su hija, Skadi, al mundo en 2022.
Al administrar los asuntos familiares y permitirle concentrarse en la capacitación, el esposo de Konigstein ahora juega un papel esencial para facilitar sus actividades deportivas. Konigstein y su familia son responsables financieramente de sus viajes, alojamiento y otros gastos que incurren durante los entrenamientos y las competiciones, a diferencia de muchos profesionales que dependen de federaciones o organizaciones.
Konigstein sigue determinada a tener éxito como madre y atleta, a pesar de que no tiene ayuda externa. Para las atletas que son madres o tienen la intención de establecer familias durante sus carreras deportivas, ella está dedicada a defender una mejor asistencia y recursos.
La importancia de una mayor conciencia y cambios de políticas dentro de las organizaciones deportivas se destaca debido a las limitaciones financieras y las incertidumbres que enfrentan las madres en los deportes profesionales. Para asegurar su participación y éxito en las competiciones de élite, Konigstein, junto con otros atletas, está promoviendo mejores recursos y mecanismos de apoyo para las madres deportivas.
Konigstein sigue comprometido con la excelencia en ambos campos, aunque reconoce las dificultades de combinar las aspiraciones deportivas con la vida familiar. Para las mujeres que buscan explorar las complejidades de la maternidad y los deportes profesionales, ella, junto con otras atletas como Gesa Krause, Melanie Leupolz y Almuth Schult, sirve de inspiración.
Fabienne Konigstein representa la resiliencia, la determinación y la perseverancia ante las adversidades como una atleta dedicada y madre. Su trayectoria destaca la importancia de establecer un ambiente de apoyo que permita a las mujeres prosperar tanto en el campo como fuera de él, así como los desafíos únicos a los que se enfrentan las atletas.
Por último, la historia de Fabienne Konigstein es un interesante recuerdo de las dificultades y obstáculos que las madres enfrentan en los deportes profesionales. Espera abrir el camino a un ambiente más inclusivo y de apoyo para las atletas que elijan emprender el viaje de la maternidad persiguiendo sus sueños atléticos al compartir sus experiencias y defender el cambio.
