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El huracán Milton, uno de los más poderosos en la historia reciente de Florida, tocó tierra el miércoles 9 de octubre con vientos de hasta 205 km/h, poniendo en peligro la vida de millones de personas. Aunque el huracán perdió algo de fuerza poco después de tocar suelo, degradándose a categoría 2 con vientos de 175 km/h, sigue representando una amenaza significativa, especialmente en la Bahía de Tampa, donde las autoridades han emitido alertas de emergencia por inundaciones repentinas y posibles tornados.
El presidente Joe Biden declaró que Milton podría ser el huracán más destructivo en más de 100 años y desplazó equipos federales para coordinar la respuesta de emergencia. Más de 1,3 millones de hogares ya se encuentran sin electricidad, y las autoridades han evacuado a más de un millón de personas.
La Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) advierte sobre el riesgo de inundaciones mortales, particularmente en zonas vulnerables. En Tampa, la alcaldesa Jane Castor subrayó el peligro de muerte, y varios aeropuertos y parques temáticos, como Disney y Universal, suspendieron operaciones.
El furacán se formó y aumentó en intensidad a una velocidad inusitada, lo que ha desconcertado a los científicos, quienes atribuyen su rápida evolución al calentamiento de los océanos y la transición al fenómeno de La Niña. Milton pasó de tormenta tropical a categoría 5 en solo 46 horas, uno de los aumentos más rápidos registrados.
Para los mexicanos residentes en la Florida, el consulado mexicano y la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) han emitido una serie de recomendaciones para garantizar su seguridad. Entre las principales indicaciones están: refugiarse en sótanos o áreas designadas, alejarse de ventanas y playas, y preparar un kit de emergencia.
En caso de evacuación, se recomienda seguir estrictamente las indicaciones de las autoridades locales. Para cualquier emergencia, el Centro de Información y Asistencia a Mexicanos (CIAM) está disponible las 24 horas a través del número 520 623 7874, además de los refugios habilitados en la zona.
Aunque el huracán ha comenzado a debilitarse, sigue siendo extremadamente peligroso. Las autoridades continúan en alerta máxima, y las medidas de seguridad y evacuación siguen siendo esenciales para proteger la vida de los residentes en las áreas afectadas.