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El 5 de noviembre, los votantes estadounidenses acudirán a las urnas para elegir al próximo presidente de los Estados Unidos. Originalmente, la elección parecía ser una revancha de la contienda de 2020, pero en julio hubo un giro inesperado: el presidente Joe Biden decidió retirar su candidatura y apoyar a su vicepresidenta, Kamala Harris, como la nueva candidata demócrata.
Ahora la gran incógnita es: ¿logrará Donald Trump un segundo mandato o será Kamala Harris la primera mujer en ocupar la presidencia de EE. UU.? Con la fecha de la elección cada vez más cerca, las encuestas de intención de voto se convierten en un termómetro clave para medir el impacto de los eventos recientes en la carrera hacia la Casa Blanca.
¿Quién lidera las encuestas?
Kamala Harris va por delante de Trump en los promedios nacionales de las encuestas, según los datos más recientes. Desde que Harris ingresó oficialmente en la contienda, las encuestas mostraron una carrera más ajustada, con Harris tomando una leve ventaja que ha logrado mantener.
Ambos candidatos se enfrentaron en un debate televisado en Pensilvania el pasado 10 de septiembre, que fue visto por más de 67 millones de personas. Las encuestas inmediatas realizadas tras el debate revelaron que la mayoría de los espectadores consideraron que Harris tuvo un mejor desempeño. Aunque los promedios de ambos candidatos no se movieron mucho, la ventaja de Harris creció ligeramente, pasando de 2,5 a 2,9 puntos porcentuales una semana después del debate. Por su parte, Trump experimentó una pequeña caída de medio punto, tras haber estado en ascenso antes del evento.
Estos pequeños cambios son visibles en el gráfico de seguimiento de encuestas, donde las líneas de tendencia muestran cómo han evolucionado los promedios y los puntos marcan los resultados individuales de cada encuesta.
Encuestas nacionales y el Colegio Electoral
Si bien las encuestas nacionales son un indicador útil de la popularidad de los candidatos, no siempre son la herramienta más precisa para predecir el resultado final. Esto se debe a que en EE. UU. el presidente es elegido mediante el sistema del Colegio Electoral, lo que hace que ganar la mayoría del voto popular no sea necesariamente lo más importante, sino en qué Estados se obtienen esos votos.
¿Quién está ganando en los Estados clave?
Actualmente, las encuestas están muy reñidas en los siete Estados considerados decisivos para la elección, lo que dificulta determinar con certeza quién lidera. Hay menos encuestas a nivel estatal que nacional, lo que nos deja con menos datos y, además, cada encuesta tiene un margen de error que puede hacer que los números varíen.
Los resultados recientes sugieren que, en varios de estos Estados, la diferencia entre los dos candidatos es inferior a un punto porcentual. Esto incluye a Pensilvania, un Estado crucial con el mayor número de votos del Colegio Electoral, lo que facilita al ganador acercarse a los 270 votos necesarios para ganar la presidencia.
Pensilvania, junto con Michigan y Wisconsin, eran bastiones demócratas antes de que Trump los convirtiera en territorios republicanos en 2016. Biden los recuperó en 2020, y si Harris logra repetir esa hazaña, estará más cerca de asegurar la victoria electoral.
En un claro reflejo de cómo la carrera ha cambiado desde que Harris se convirtió en la candidata demócrata, el día que Biden se retiró de la contienda, estaba casi cinco puntos por detrás de Trump en los promedios de estos siete Estados decisivos.
¿Cómo se calculan los promedios?
Los números que se muestran en los gráficos son promedios elaborados por el sitio web 538, que forma parte de la cadena estadounidense ABC News y está especializado en el análisis de encuestas. El 538 recopila datos de encuestas realizadas tanto a nivel nacional como en los Estados clave, y utiliza criterios estrictos de calidad, como la transparencia en el número de entrevistados y la metodología utilizada.
¿Son confiables las encuestas?
En este momento, las encuestas indican que Kamala Harris y Donald Trump están separados por unos pocos puntos porcentuales tanto a nivel nacional como en los Estados clave, lo que hace que la carrera sea extremadamente cerrada y difícil de prever. En 2016 y 2020, las encuestas subestimaron el apoyo a Trump, y las empresas han intentado corregir este problema ajustando sus métodos para reflejar mejor la composición del electorado.
Sin embargo, estos ajustes son difíciles de perfeccionar, y los encuestadores aún deben hacer suposiciones sobre factores como quiénes realmente acudirán a votar el 5 de noviembre.
Escrito por Mike Hills y Libby Rogers. Diseño de Joy Roxas.
Fuente de la noticia: BBC News.